El paso del tiempo ha hecho mella en los comerciantes de determinados sectores, el primero el de las farmacias, estos por gozar de concesiones administrativas debieran de ser denominados mercachifles. El segundo el de las ópticas, y para muestra y extensión siga, querido lector leyendo.
No es de buen gusto, o mejor es de peor gusto el llamarle a una farmacia por el nombre del propietario quue a veces ni siquiera es farmaceutico, leemos farmacia López, farmacia fulanito, farmacia gitanito, normalmente usan para el letrero su apellido mas sonoro en ocasiones se acompaña del nombre. Hubo la farmacia M. Frutos, como ejemplo y pongo este ya fallecido por que era buena persona, podría poner muchos mas.
Muchas de estas antiguas farmacias estaban regentadas por personas que obtuvieron el titulo de farmaceutico por el procedimiento de la victoria de franco, esto es, como franco había acabado con todo cuanto intelectual serio existía, médicos, farmaceuticos, abogados, veterinarios, maestros, tuvo que formarlos no ya en una licenciatura de varios anos, lo tuvo que hacer por la fuerza y de forma rápida y con un simple examen en el que te preguntaban las cuatro reglas y poco mas, salian licenciados, farmaceuticos, veterinarios, periodistas, y demás. Estos, por falta de la mas mínima cultura y educación solo por afectos al régimen de franco, carnetes de principios y obtenida la concesión administrativa le denominaban a la farmacia con su nombre y apellidos, para destacar dentro de lo que no eran y querían presumir.
Otros por el contrario y es a lo que
voy, le pusieron nombres sugerentes e incluso bonitos, lease Gran
Farmacia Central, situada al lado del Concello, propietario Figueroa
Revilla, persona que ni a el ni a su padre se les paso por la cabeza
el ponerle su apellido, no necesitaban de esa importancia. Farmacia
La Salud, de Mazoy, que no por familiar lo enaltezco, si por sabia
persona y sabio nombre para al menos en época intentar animar al
enfermo.
Las ópticas, otro tanto de lo mismo
pero con la diferencia de que los ópticos optometristas a diferencia
de los farmaceuticos, no los hubo de la VICTORIA de FRANCO, estos
tuvieron que currarselo todo ellos solitos, con su ciencia y su arte,
por ese motivo son mas de respetar. Tenemos a Lázaro Óptico, Óptica
David, etc, otra vez con su nombre incrustado en el letrero. Por eso
nos gusta el letrero de la Óptica da Milagrosa sencillo y sugerente,
que sirve para algo cada vez que yo paso a su lado digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento, si necesitara gafas aquí las
compraría. Miro el letrero y casi puedo adivinar las dioptrías que
tengo
En cambio otros drogotas, hormonados, culturistas, pierden sus días en estos otros antros comiendo caramelos blancos de náriz:
Leave a comment