ENTREVISTA CON EMILIO PEREZ VILARCHAO

Ahora cobrando un subsidio por desempleo más otra ayuda subsiste instalado en Gijón, que dice le ofrece más oportunidades.

Ls. ¿Como se encuentra despues de todos estos años en prisión?

EPV. Cansado, demasiado cansado y enfermo, no pasó tanto tiempo en vano, aunque hice dos cursos de carpintería en aluminio y otro de elctrónica con las titulaciones correspondientes.

Ls. ¿ Nos extrañó a los que la contemplamos, la reconstrucción de los hechos sobre la muerte de Gerino Nuñez, estaba Vd muy desorientado?

EPV. No conocia las calles ni los domicilios a los que me llevaron ya que no había estado nunca. El motivo para mi inculpación en ese caso fue que había comprado dos relojes a unos peristas, los había comprado siete años antes de la muerte de Gerino, y resulta que eran de Gerino, yo eso no lo sabía cuando los compré, puede ser que se los hubieran robado o que Gerino los hubiera vendido, el caso es que aparecieron en mi poder pero mucho antes de su muerte.

Ls. ¿maltratado por la justicia?

EPV. Me hicieron comer "el marrón", no hay ni una huella, ni una fibra, ni nadie que me viera, ningún testigo, de mi estancia en Lugo y menos en los domicilios del Sr. Gerino, no hay arma, no hay movil, hay dos relojes que parece ser que pertenecieron a Gerino, cosa que aún está por certificar, ya que esto de que eran de su propiedad se dio pr hecho pero nunca quedó certificado adecuadamente.

Ls. ¿Sus proyectos?.

EPV. Empezaré a trabajar en la madera cuando se me acabe la prestación, ahora descansando un poco y valorando la oferta de un periodista Gallego sobre escribir un libro relatando mis experencias y lo que realmente me sucedió a mi y todo lo relacionado con Gerino Nuñez que como he dicho nunca conocí, asi que será por todo lo que me enseñaron de él y de lo que me interrogaron y de lo que no pasó.

Ls. ¿Su familia?

EPV. Vivo solo.

Ls. ¿Rehabilitado?

EPV. De lo que cometí, sí, de lo que se me condenó jamás me podré rehabilitar de lo que no cometí, más que nada indignado.

Dejamos a Emilio en el viejo café del paseo marítimo de Gijón en donde apuraba un cortado para marchar a preguntar en una empresa maderera de serrería. Eso si nos ruega que no publiquemos ninguna de las fotos realizadas y actuales, prefiere el anonimato. Y así se hace.